Uno de los mayores retos al iniciar un proyecto de construcción es coordinar todos los frentes de trabajo: diseño, ejecución, interventoría, acabados, cumplimiento normativo, etc. Si cada parte es manejada por una empresa distinta, el riesgo de errores o retrasos aumenta. Por eso, cada vez más clientes optan por trabajar con firmas integrales como Grupo Contreras.